Durante una reciente entrevista en el programa “La Tribuna” de Paraguay TV, Iván León, representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Paraguay, destacó los esfuerzos conjuntos entre la FAO y el gobierno paraguayo para enfrentar los desafíos alimentarios y promover el desarrollo rural en el país.
León, quien ha trabajado en Paraguay durante casi 15 años, expresó su entusiasmo por colaborar nuevamente en un país que considera clave para la organización debido a su carácter agrícola y ganadero. “Paraguay es un país muy importante para nuestra organización debido a su rol en la producción agroalimentaria”, afirmó.
La FAO está actualmente enfocada en tres áreas principales de trabajo en Paraguay: la reducción de la pobreza rural, el fortalecimiento del sistema agroalimentario y la gestión ambiental frente al cambio climático. León subrayó que la organización ha estado desarrollando programas de protección social y fomentando la agricultura familiar, la cual es fundamental para la seguridad alimentaria del país.
Uno de los desafíos mencionados por León es la adaptación al cambio climático, que afecta significativamente a la agricultura. Sin embargo, destacó que ya se conocen muchas técnicas y tecnologías de bajo costo para manejar eficientemente el agua y conservar los suelos, permitiendo a los pequeños agricultores adaptarse a estas condiciones cambiantes. “Estamos trabajando en la expansión de tecnologías como las curvas de nivel para la retención de agua y la cobertura vegetal para mantener la humedad del suelo”, explicó.
En términos de inclusión, León destacó la importancia de integrar a los pequeños productores en el mercado, particularmente a través de las compras públicas. La FAO ha apoyado esfuerzos para que la agricultura familiar participe en programas como la alimentación escolar, asegurando que un porcentaje de los alimentos provenga de estos pequeños productores. “Es fundamental que los pequeños productores tengan las capacidades para competir en el mercado y acceder a nuevas oportunidades”, señaló.
El representante de la FAO también resaltó la relevancia de la agricultura familiar para la economía paraguaya. Más del 80% de las propiedades agrícolas en Paraguay pertenecen a agricultores familiares, quienes producen principalmente para el consumo local. No obstante, hay un creciente potencial para que productos como la miel y el sésamo, cultivados por pequeños productores, lleguen a los mercados internacionales.
Por último, León enfatizó la importancia del diálogo y la cooperación entre los sectores público y privado para impulsar el desarrollo agrícola. “La agricultura es y seguirá siendo un motor del desarrollo en Paraguay, y es crucial mantener la calidad de los suelos para garantizar un crecimiento sostenible»” concluyó.
La FAO continúa comprometida con el apoyo a Paraguay en sus esfuerzos por mejorar la seguridad alimentaria, fomentar la agricultura sostenible y promover el desarrollo rural inclusivo, alineándose con las políticas y necesidades locales para maximizar su impacto positivo.