Ante la grave disminución del caudal del río Tebicuary, el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible, Mades, intensifica acciones de control y fiscalización de la gestión de los recursos hídricos. La cuenca alta y media del río se acerca a niveles críticos, afectando a sostenibilidad de los ecosistemas y de las poblaciones. La situación está vinculada al déficit hídrico generado por el fenómeno La Niña, caracterizado por escasas lluvias. En este contexto, los focos de calor van en aumento.
La disminución del caudal del Tebicuary, que se viene acentuando desde mediados de diciembre de 2024, compromete la sostenibilidad de los ecosistemas y las actividades productivas, ya que restringen la disponibilidad de agua para actividades agrícolas, industriales y de consumo humano, así como también el abastecimiento de agua para la población. En cumplimiento del Plan de Gestión Ambiental el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible ha establecido la “situación de alerta”.
En este marco, las Asociaciones de Productores de Arroz cuenca alta y media del río Tebicuary deberán tener un Plan de Riego Escalonado de Cultivo, aprobado y conforme a lo dispuesto en el Artículo 4° de la Resolución N° 511/16.
Respecto a la subcuenca baja, el Mades recomienda igualmente a los productores mantenerse en estado de moniteo continuo. Por otra parte, recuerda que es obligación general de todos los productores contar con la Licencia Ambiental vigente en el lugar del emprendimiento. El déficit hídrico está relacionado con el fenómeno La Niña en la región, con escasas lluvias y sequías, lo cual también impacta en focos de calor.
Focos de calor superan el promedio histórico
De acuerdo al monitoreo de focos de calor y fuegos activos del Instituto Forestal Nacional, Infroma, en estos primeros días de enero de 2025 se han registrado un total de 2.254 focos de calor y 218 fuegos activos registrados, de los cuales 59 fuegos presentaron una superficie estimada de afectación superior a 50 hectáreas. De estos, a su vez, 36 fuegos activos superaron 100 hectáreas de superficie de afectación.
Hasta el momento, aproximadamente 14.893,91 hectáreas del territorio nacional han sido afectadas, de las cuales el 80,76% corresponde a la región Oriental y el 19,24% a la región Occidental. Las coberturas afectadas incluyen principalmente pastizales y sabanas, cultivos agrícolas y palmar.
En cuanto a los departamentos con mayor índice de superficie afectación, lideran el registro Ñeembucú, con 5.977,34 hectáreas; Presidente Hayes, con 2.454.62 ha y Paraguarí con 2.077.48 hectáreas.