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Con la graduación de 106 guardias penitenciarios, entrenados bajo los más altos estándares de excelencia, Paraguay avanza en el fortalecimiento de la seguridad interna. “La seguridad es la base sobre la cual construimos desarrollo, oportunidades y bienestar para los paraguayos”, aseguró el presidente de la República, Santiago Peña. Tras una rigurosa formación, los nuevos agentes cuentan con la idoneidad para garantizar un desempeño acorde con un mejor modelo penitenciario, impulsado por el Gobierno del Paraguay.

El acto de graduación se realizó con la presencia del jefe de Estado, Santiago Peña, el ministro de Justicia, Rodrigo Nicora, otras altas autoridades y familiares de los egresados, el 20 de diciembre, en el Comando de Artillería del Ejército.

Los nuevos agentes penitenciarios participaron en una capacitación que tuvo una duración de seis semanas, a cargo de especialistas militares, policías e instructores del Ministerio de Justicia. El programa de inducción para aspirantes a agentes penitenciarios fue diseñado por la Dirección General de Establecimientos Penitenciarios (DGEP), con el apoyo del Instituto Técnico Superior de Educación y Formación Penitenciaria (ITSEFP).

El curso brindó a los participantes las herramientas y conocimientos necesarios para desempeñar sus funciones en el sistema penitenciario. Algunos de los conocimientos y habilidades adquiridas son: manejo y uso de esposas, además de clases prácticas de cacheo y cateo; técnicas de defensa personal mediante el manejo efectivo de tonfas; conducción y transporte de personas privadas de libertad (PPL) dentro de módulos ypabellones; control de disturbios y antimotines, incluyendo el uso de uniformes tácticos; primeros auxilios, fundamentales para la labor penitenciaria; destreza y conocimiento de antimotines con práctica de gas lacrimógeno.

El programa de formación de los nuevos agentes penitenciarios fue diseñado en el marco del Nuevo Modelo de Gestión que lleva adelante el Gobierno del Paraguay a través del Ministerio de Justicia. El mismo se enfoca en aspectos clave que reflejan el compromiso con la profesionalización, la transparencia y el respeto a los derechos humanos en el sistema penitenciario. Algunos puntos importantes de ellos son:

  • Profesionalización y capacitación integral: El Nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria enfatiza la necesidad de formar agentes altamente capacitados, no solo en aspectos de seguridad, sino también en habilidades sociales, mediación de conflictos, atención psicosocial y respeto por los derechos humanos. Esto permite garantizar una gestión penitenciaria más eficiente, humana y orientada a la reinserción social de las personas privadas de libertad (PPL), ajustadas a estándares internacionales.
  • Ética y derechos humanos: Los programas de formación incluyen contenidos relacionados con la ética profesional, la prevención de la tortura, el uso proporcional de la fuerza y el trato digno hacia las PPL. Esto refuerza el compromiso del Estado con la mejora de las condiciones penitenciarias y el cumplimiento de estándares internacionales, como los establecidos por las Reglas Mandela.
  • Seguridad y modernización: En el marco del Nuevo Modelo de Gestión, la formación se alinea con los objetivos de modernizar la infraestructura penitenciaria y mejorar los protocolos de seguridad. Esto implica que los agentes estén entrenados en el uso de tecnologías de monitoreo, gestión de emergencias y control de ingreso y egreso, promoviendo así un entorno seguro tanto para internos como para trabajadores del sistema.
  • Reinserción social como eje central: Una de las metas del Nuevo Modelo de Gestión es la rehabilitación y reinserción social de las PPL. Por ello, los agentes penitenciarios reciben formación para convertirse en facilitadores de procesos de cambio, actuando como puentes entre los programas educativos, laborales y sociales ofrecidos dentro de las instituciones penitenciarias.
  • Promoción de la igualdad y la no discriminación: Los programas formativos también abordan temas de género, interculturalidad y no discriminación, garantizando un trato equitativo para todos los internos y promoviendo un ambiente libre de violencia y exclusión.
  • Vinculación con políticas públicas: El proceso de formación de agentes penitenciarios en Paraguay está directamente vinculado a políticas públicas que buscan transformar el sistema penitenciario en un espacio de rehabilitación y respeto por la dignidad humana.