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BBC MUNDO | Internet nació como un concepto global: una red de redes interconectadas que permiten el intercambio de información libre en el mundo. Así se concibió hace casi medio siglo. Pero es posible que pronto se divida en dos.

Lo aseguró recientemente el ex director ejecutivo de Google Eric Schmidt, quien pronosticó que la internet de la próxima década no será tal y como la que conocemos ahora.

«Creo que el escenario más probable no es una escisión, sino una bifurcación en una internet dirigida por chinos y una internet no china, liderada por Estados Unidos», dijo en un evento en San Francisco.

Schmidt advirtió que la internet de China ha crecido enormemente en los últimos años y que podría plantear «un peligro real» para Estados Unidos.

Pero, ¿cómo es el modelo de China y cómo amenaza a la internet «global»?

Oriente y Occidente

La historia de internet comenzó cuando el Departamento de Defensa de Estados Unidos llevó a cabo un experimento a finales de la década de los 60 para intercambiar datos con científicos. Después nacería la World Wide Web, y se uniría a ella el resto del mundo para crear una gran telaraña mundial de páginas web.

Pero China, el gran rival de Estados Unidos en la actualidad, está adoptando un modelo diferente que se está haciendo popular entre sus vecinos y que amenaza con separarse por completo del sistema «tradicional» implantado por los estadounidenses.

Por eso algunos vaticinan que, dentro de unos años, es posible que cuando digamos «internet» tengamos que especificar a cuál nos referimos: la de Oriente o la de Occidente. O la de China y la de Estados Unidos.

La batalla por liderar la revolución industrial tecnológica pasa por China. Y es la batalla perdida de grandes tecnológicas como Facebook o Amazon, para las cuales el país asiático se ha convertido en un mercado prácticamente imposible de alcanzar.

Además, la internet de China no funciona como la de Estados Unidos.

Tal vez lo que más preocupa es la censura gubernamental, el «Gran Cortafuegos» que se aplica a través de distintas leyes desde mediados de los años 90.

«Existe un peligro de real de que junto con esos productos y servicios (de China) venga un régimen de liderazgo diferente al del gobierno, con censura, controles, etc», dijo Schmidt.