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BBC Mundo | Horas después de que Estados Unidos le impusiera sanciones a él y a su esposa, Nicolás Maduro viajó a la ciudad de Nueva York para pronunciar un discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas.

Muchos se preguntaron en las redes y en la calle cómo fue posible, y por qué las autoridades de Estados Unidos lo permitieron.

Maduro viajó con total inmunidad, amparado por los estatutos de Naciones Unidas, que lo protegen y a él y a cualquier jefe de estado miembro de la ONU de cualquier posible acción en su contra mientras permanezca en Estados Unidos.

En la delegación venezolana que se desplazó a Nueva York estaban, además de Maduro, su mujer, Cilia Flores; el canciller, Jorge Arreaza; y los vicepresidentes Jorge y Delcy Rodríguez, todos ellos incluidos en la última tanda de sanciones emitida por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.

Ninguno de ellos sufrió ningún inconveniente en su desplazamiento.

La razón es la carta de la ONU, que en su artículo 105 establece que «la Organización gozará, en el territorio de cada uno de sus Miembros, de los privilegios e inmunidades necesarios para la realización de sus propósitos».

También que «los representantes de los Miembros de la Organización y los funcionarios de ésta, gozarán asimismo de los privilegios e inmunidades necesarios para desempeñar con independencia sus funciones en relación con la Organización».

Como consecuencia, aunque las sanciones impuestas por el gobierno de Donald Trump impliquen que ni Maduro ni el resto de dirigentes de su entorno pueden obtener una visa para acceder a territorio estadounidense, pueden pisar ese país si es para participar en actividades de la ONU.

¿En qué consisten las sanciones?

El martes pasado, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció las sanciones a Flores y otros dirigentes de lo que el gobierno estadounidense define como el «círculo cercano» de Maduro.

Con la medida, las propiedades e intereses que tengan en Estados Unidos o que estén bajo el control o posesión de un tercero de nacionalidad estadounidense pueden ser bloqueados y reportados a la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés).

«El presidente Maduro confía en su círculo cercano para mantenerse en el poder mientras su régimen saquea sistemáticamente lo que queda de la riqueza de Venezuela. Continuamos señalando a los partidarios que permiten que Maduro consolide su control sobre los militares o el gobierno mientras los venezolanos sufren», afirmó el secretario del Tesoro, Steven T. Mnuchin, en un comunicado.

Durante los últimos dos años, el gobierno de Estados Unidos, presidido por Donald Trump, ha impuesto sanciones a decenas de personas vinculadas con el gobierno de Venezuela, acusándolas de corrupción, tráfico de droga y violaciones a los derechos humanos.

¿Y la denuncia a la CPI?

En las redes sociales proliferaron también comentarios de usuarios que se preguntaban por qué Maduro no era arrestado después de que cinco países latinoamericanos y Canadá hayan emprendido acciones contra él y su gobierno en la Corte Penal Internacional.

Lo cierto es que sobre Maduro no pesa ninguna acusación penal formal ni hay ninguna certeza que eso vaya a suceder.

El escrito que los representantes de Argentina, Chile, Perú, Colombia, Paraguay y Canadá presentaron es una mera solicitud a la Fiscalía del tribunal para que inicie una investigación que esclarezca la posible comisión de crímenes de lesa humanidad en Venezuela desde que Maduro accedió a la presidencia.

Todavía está por ver si la Fiscalía accede a la petición de los seis estados firmantes e inicia las pesquisas y si, llegado el caso, estas se traducirán en cargos contra el presidente venezolano y otros miembros de su gobierno.